A largo de la vida nos suceden cosas. Algunas planeadas y otras inesperadas. Y en este devenir concreto es que vamos enriqueciendo nuestra formación y desarrollando el quehacer profesional. En definitiva, creo que el llamado vocacional no es único o absoluto, sino que se construye en los desafíos cotidianos, en el movimiento continuo de la realidad, en la flexibilidad de las metas y en el reconocimiento genuino de nuestras propias capacidades, sin pasar por alto aquellas oportunidades que se presentan a lo largo del camino. La capacidad de adaptarnos, de modificar el rumbo, de re-escribir lo diseñado, nos lleva a definir nuestro presente y actualizar nuevos puntos de llegada.
Como en un cinematográfico “flashback”, ésta introducción intenta echar luz sobre mi propio recorrido profesional en el que pueden leerse vivencias muy diversas que expresan intereses tan variados como complementarios. Sin embargo, creo encontrar un común denominador que aglutina como un eje transversal todo el sinuoso trayecto: la comunicación y sus diferentes vertientes, que van desde la práctica de la enseñanza y el interés teórico por la filosofía, hasta las artes plásticas, los sondeos de opinión y las mediciones de rating.
La comunicación, expresa, por otra parte, la esencia misma del trabajo en equipo, e indirectamente el modo en que nos relacionamos con el saber. Siempre he pensado que hay dos formas de vincularse con el conocimiento, la primera -cercana a la soberbia o incluso al dogmatismo- pretende atesorar o bien exhibir el saber como un trofeo; la segunda, lejos de concebir al conocimiento como un fin en sí mismo, anhela compartirlo con la genuina intención de buscar una construcción más perfecta, una explicación más adecuada de la realidad con la que se interactúa. Porque si la realidad cambia permanentemente, más aún nuestro saber sobre ella. Por todo esto, dejar el conocimiento abierto a esta construcción permanente es en mi opinión, una actitud más acertada por su misma probabilidad de éxito.
Mi participación en el proyecto idoneos.com, tiene mucho de azarosa y surgió en parte gracias a la posibilidad que ofrece la red de conocer personas que de otra manera nos hubieran sido simplemente inaccesibles. Pero curiosamente, este encuentro casual, determinado por la naturaleza generosa de los entornos virtuales, se ha ido transformando en un punto de inflexión en el que he podido descubrir claramente la confluencia de mis intereses intelectuales, mi formación académica, mi preferencia personal por el trabajo cooperativo y mi experiencia en el seguimiento de audiencias de target específico, así como mi estrecha relación con el quehacer educativo.
Mis primeros artículos en idoneos.com se inspiraron en la idea de generar un sitio destinado a la capacitación docente. A través de una serie de breves textos sobre pedagogía, se iniciaba una secuencia de publicaciones que luego se extendería a otras temáticas como filosofia, mitología y ciencias de la comunicación. La experiencia de esos primeros trabajos, generó la oportunidad de conocer mucha gente interesada en publicar artículos, compartir información, en síntesis, participar del proyecto. De esta manera, a medida que se sumaban contenidos, y como consecuencia misma del formato hipertextual que impone la red, el sitio fue evolucionado hacia un sistema en el que diferentes propuestas de publicación, podían enlazarse a través de contenidos afines, enriqueciendo mutuamente el aporte de cada uno de los diferentes autores.
Actualmente, mi participación en idoneos.com, implica no solo continuar desarrollando mis propias publicaciones, sino también la de colaborar con otros autores con el objetivo de propiciar el crecimiento del sito y el enriquecimiento general de los contenidos que son la esencia de éste interesante proyecto.